Sacatepéquez
Gastronomía:
La caraterística principal de los mercados en Antigua Guatemala es fundamentalmente la de ser internacional, ya que es la ciudad turística por excelencia de toda Centroamérica (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Pocos departamentos tienen la variedad de sabores, colores y olores en su mesa con los que cuenta Sacatepéquez.
Platillos como el pepián, el jocón, el gallo en chicha y el churrasco típico pueden encontrarse todos los días a lo largo y ancho de la región.
El pato, el iguashte y los tamalitos son habituales de esta parte del país. Entre los postres destacan los higos en dulce, las canillitas de leche y los nuégados, todos ellos fáciles de encontrar en prácticamente todos los mercados del departamento.
Cultura:
En cuanto a la danza, Sacatepéquez es, desde tiempos coloniales, un centro importante para este arte, con danzas como la Del Venado, De Toritos, Moros y Cristianos, Los Siete Pares de Francia, Los Doce Pares de Francia, Los Reyes Argelinos, El Rey Salinas y la de La Conquista, entre otros (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
En Sacatepéquez hay una huella histórica que matiza y define la tradición oral del departamento. Por un lado, está presente la herencia española y occidental con su temática específica, antiguas formas literales medievales y renacentistas. Por el otro lado, la herencia de la tradición cakchiquel. Estos legados orales se encuentran amalgamados y sincretizados por el largo proceso histórico y convertidos en auténticas joyas de la literatura oral de Guatemala (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Estas formas tradicionales de literatura oral se manifiestan en velorios, cabos de novena, alrededor de un contador en alguna ruina en la Antigua, en los corredores de las casas, patios comunales, etcétera. Entre los temas destaca la de los espantos, leyendas animísticas de aparecidos y ánimas en pena, mitos, casos y cuentos maravillosos, entre otros. Y en la literatura oral en verso, están las coplas, corridos, décimas, romances y romancillos. Hay leyendas animísticas como la del Duende o Sombrerón, Los Rezadores de la Noche o La Siguanaba. También los cuentos maravillosos, de los animales como Tío Conejo y Tío Coyote y Bandidos Maravillosos como Pedro Urdemales (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
En lo religioso, junto con Guatemala y Santa Rosa, forma parte del Arzobispado de Guatemala. En la época hispánica la Diósesis fue erigida en 1534 y se elevó al rango de Arzobispado en 1743. Al trasladarse la ciudad de Guatemala al Valle de la Asunción perdió esta categoría (Diccionario Municipal de Guatemala, 2001).
Dentro de sus festividades y conmemoraciones más esplendorosas de Guatemala y aun del mundo, está la Semana Santa antigüeña: procesiones, velaciones, comidas, el arte efímero de sus alfombras de aserrín, y flores, los huertos, los pregones de los romanos, los escuadrones de los cucuruchos, los lanceros, los altareros, constructores de andas, artistas que elaboran el adorno de las andas procesionales y las bandas de música que ejecutan marchas fúnebres, hacen de la Semana Santa antigueña una de las más regias conmemoraciones tradicionales religiosas de Guatemala (Lara, C., Rodríguez, F., García, C. y Esquivel, A., s.f.).
Costumbres Y Tradiciones:
Sacatepéquez es uno de los departamentos de Guatemala más deslumbrantes en cuanto a tradiciones orales, no sólo por su peculiar posición geográfica sino también por su extraordinaria herencia cultural.
Entre las tradiciones orales, cuentan las leyendas anímicas de aparecidos y ánimas en pena, como la leyenda del sombrerón, la llorona, los rezadores, el cadejo, el cura sin cabeza.
Durante el año, se celebran varias festividades tradicionales, principalmente el día de los Santos, Concepción, Corpus Cristi, Navidad y Año Nuevo, y otras, pero con mayor solemnidad y fervor religioso, se conmemora la Pasión de Cristo durante la Semana Santa presentando solemnes ceremonias religiosas en los templos católicos e impresionantes procesiones que recorren la ciudad, cuyas calles lucen artísticas alfombras multicolores de flores y aserrín al paso de bellas imágenes conducidas por los devotos. La religión predominante es la católica con mayor arraigo y tradición.
Producción:
Maíz: se produce en 29 centros poblados (885). Las técnicas de producción son tradicionales por lo que los rendimientos por área cultivada son de poca cuantía.
Frijol: este cultivo que se produce en 13 aldeas y caseríos (39%), ocupa el tercer lugar en importancia.
Café: se produce en 7 (21%) poblados ubicados en las zonas bajas del municipio.
Hortalizas: se cultivan en- el siguiente número de centros poblados: zanahoria y remolacha en 15 (46%), cebolla en 13 (40%) y otras especies hortícola un total, de 12 (37%).
Papa: es actualmente el principal producto del municipio y es reportada en 25 comunidades. La comercialización es realizada en su mayor parte por comerciantes locales, hacia otros departamentos (especialmente del oriente del país) y a El Salvador.
Los suelos arenosos y profundos dejados por la erupción de 1902 han posibilitado la gran producción de papa y hortaliza a partir del año 1980, aproximadamente. A lo anterior se agrega la apertura de caminos y la ejecución de proyectos de minirriego.
Frutas: es importante el cultivo de banano, mencionado en 4 (12%) aldeas y caseríos; durazno en 3 (9%) ; y de ciruela en 2 (6%)
Tenencia de la tierra: actualmente, y de acuerdo con informantes locales, la mayor parte de la tierra está dividida en pequeñas fincas, con extensiones que van de una a dos manzanas. El auge del cultivo de papa y hortalizas ha provocado la revalorización de la tierra, de manera que actualmente una cuerda (625 varas cuadradas) alcanza precios cercanos a los Q. 15000.
Existen en San Martín unas 15 fincas, la mayor de las cuales se estima que tiene unas 5 caballerías de extensión, dedicadas a la producción de café y cardamomo (hasta hace algunos años el principal producto era la panela). Los propietarios son en su mayoría personas residentes en la ciudad de Quetzaltenango.
Según los datos del III Censo Nacional Agropecuario, de 1979, en San Martín había un total de 1134 fincas, con 8981 manzanas de extensión. De ese total a 866 fincas
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